28/11/14

No me digas más lo que hago mal
Ni te enfades
Porque despiertas mi ego

No me preguntes donde voy,
ni por qué lo hago
pues me obligas a contestar.

Y cuando no se la respuesta,
mi ego queda al descubierto.


Y como por un impulso indescriptible,
trata de cubrirse,
 usando la ira,
usando el daño,
usando el dolor.

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